Como ya comentamos el mes pasado, el periodo estival es un periodo clave en lo referente al espacio. La situación de la Tierra es óptima para realizar lanzamientos y pruebas. Julio y agosto 2019 no van a ser menos.
Este año, después de la resaca de la celebración del cincuenta aniversario de la misión Apolo y de la llegada del hombre a la Luna, están empezando a entrar las prisas a las agencias espaciales por aprovechar al máximo este periodo.

El mandato presidencial a la NASA para volver a la Luna, y la incursión en el panorama aeroespacial de compañías privadas y otros países están cambiando el calendario. Las tres principales agencias hasta hace unos años tenían unos planes definidos. Roscosmos, NASA y ESA se habían repartido tareas para la exploración espacial y el mantenimiento de la Estación Internacional (ISS).
Pero no contaron con la ambición de algunos países y compañías que les han sacado los colores. SpaceX y su tecnología reutilizable rumbo a Marte. Amazon y su Blue Moon acechando en las sombras. La Administración Espacial Nacional China (CNSA) en la cara oculta de la Luna y la Agencia India de Investigación Espacial (ISRO) rumbo al polo sur lunar. Estas son las cuatro puñaladas espaciales que lo han cambiado todo.
Es cierto que podríamos decir que la Carrera Espacial terminó y con ella vino la desidia. Desde el fin del programa Apolo no hemos vuelto a pisar suelo extraterrestre. Solo tenemos una estación espacial que no ha sido modernizada desde el punto de vista habitable. Solo los astronautas profesionales pueden subir más allá de los cielos y los trajes espaciales siguen siendo parecidos al ideado, saquemos pecho, por Emilio Herrera Linares antes de la Guerra Civil.
Todo esto comparado con los cambios tecnológicos que hemos sufrido en la superficie en el mismo periodo dejan mucho que desear. Parece que lo único que hacemos es enviar sondas a buscar cosas que no sabemos si existen. Pero no nos confundamos. En la ISS se realizan una cantidad tremenda de experimentos y la tecnología desarrollada para llevar los laboratorios tanto al espacio como a planetas y lunas es muchas veces la base para los adelantos aquí en la Tierra.
Es cierto que la falta de prisas ha propiciado un estado de extrema cautela y que esta alarga considerablemente los plazos con pruebas virtuales y reales. Y por eso misiones como los ExoMarsXX se empiezan a desarrollar muchos años antes de sus lanzamientos.
Y en julio y agosto, se abren periodos de mucha actividad para cumplir los plazos y dejar todo listo y dispuesto para inviernos de arreglos y retoques.
Pero en este agosto 2019 se están empezando a observar las consecuencias del cambio de panorama. Estos días se han sucedido muchas pruebas, lanzamientos y nervios. Fallos y aciertos. La competencia se deja notar como en la Guerra Fría.

El más inesperado para el público, dado su origen, es el de la nave india Chandrayaan-2 realizado en julio y que este mes de agosto esta comenzando su misión sobre y en la Luna.
Otros con bastante recorrido mediático son las pruebas realizadas por SpaceX de sus cohetes y módulos. Como la capsula SpaceX Dragon y sus viajes de ida y vuelta o los 150 metros de vuelo del Starhopper.
Frente a estos acontecimientos parece que la ESA se está atascando con los paracaídas de la misión ExoMars20 que amenazan con retrasarse para consternación de sus ingenieros. Su socio en esta empresa, Roscosmos, ha realizado el más significativo de los lanzamientos de este agosto. El del robot humanoide Fedor y su llegada a la ISS. Una llegada repleta de carambolas y cambios sobre la marcha que ha terminado de forma satisfactoria pero no sin que llegáramos a temer lo peor en varios momentos.
Por su parte la NASA parece perdido en la exploración del las lejanas lunas de Saturno (misión Dragonfly) y con los preparativos de Artemisa. Aunque su papel en el programa heredero del Apolo parece más enfocado a ser el de director de orquesta de las compañías privadas que van a poner la tecnología. Y esto parece que no se le está dando muy bien a juzgar por la polémica surgida entre Alabama y Houston.
Agosto 2019 termina, y con el la ventana de lanzamientos más demandada. Es difícil saber si este año ha sido bueno o malo. Depende de quien lo analice. Pero lo que está claro es que el panorama espacial está en pleno subidón de adrenalina. Veremos que nos deja tanta actividad cuando todos cojan aire y se sienten a hacer balance de los acontecimientos de cara al próximo verano.