Bibliotecas del siglo XXI.

bibliotecas

¿Nunca os ha pasado que por diversos motivos habéis necesitado tener en vuestras manos un libro descatalogado, o que por algún tipo de investigación o necesidad de documentación hayáis tenido que recurrir a a manuscritos y/o tratados antiguos guardados con celo en las grandes bibliotecas? En la actualidad existe una gran cantidad de información con la que podemos aprender o sobre la que podemos curiosear escrita en antiguas páginas de papel. Guardada y conservada con celo. Y si no ocurre una desgracia, seguirá estando a nuestra disposición durante muchos muchos años. El acceso al conocimiento antiguo está asegurado.

¿Pero y al de hace solo unos pocos años?

Es poco tiempo, deberíamos ser capaces de obtenerlo al ser un conocimiento producido en la era digital.

Hagamos una sencilla prueba.

Seguro que tenemos un documento almacenado de algún trabajo que realizamos hace por ejemplo diez años. Abrámoslo. Seguramente ahora estés abriéndolo desde un Windows7 como mínimo o desde un Mac que te has comprado en los últimos años. Seguro que te ha saltado una alerta de compatibilidad de versiones. Es posible que en la actualización, el archivo, no sea modificado en la versión imprimible, pero es mucho más probable que haya sufrido algún descuadre o recolocación.

La probabilidad aumenta si además de texto, el documento tiene imágenes, pies de página, etc.

Ejemplo de incompatibilidad de versiones.

Si en vez de un archivo de información, queremos abrir una solución de programación, una base de datos, un ejemplo de una plataforma de simulación, etc. los problemas se multiplican e incluso puede darse el caso de que no se pueda abrir.

Entonces, ¿Se ha perdido la información?

No. Si tenemos a nuestro alcance un ordenador con las versiones de los programas en las que se creó el fichero, podríamos poder abrirlo.

Esto es lo que han pensado en la Biblioteca de la Universidad de Yale (Estados Unidos), que gracias a la subvención realizada por las fundaciones Andrew W. Mellon y Alfred P. Sloan, ha puesto en marcha un programa para la creación de entornos de emulación abiertos para resucitar programas y software obsoletos. De esta forma en los próximos años, podremos acudir a estos emuladores como acudimos hoy día a las grandes bibliotecas a consultar información y a aprender de nuestros predecesores.

Articulo original.

Deja un comentario