Fusión nuclear fría

erupciones solares

Van pasando los años y las florecientes energías verdes, que prometían sustituir a las centrales nucleares como generadoras de electricidad, no terminan de dar el paso.

La Era de las Comunicaciones que estamos viviendo crea cada día más dependencia energética en la sociedad. Y las fuentes de energía modernas, aunque mejoran, siguen sin llegar a cubrir las tasas necesarias. Las antiguas centrales a las que pusieron prematuramente fecha de caducidad siguen siendo necesarias. Ya sean térmicas, hidroeléctricas o nucleares. Algunos países incluso están aprobando la creación de nuevas centrales ante la creciente demanda que se prevee con el impulso de los sustitutos de más energías fósiles. Todas eléctricas. Dejar de usar gas y petróleo supone, en nuestros días, consumir electricidad.

La mejora en eficiencia energética de baterías, acumuladores, y por ejemplo placas solares, está facilitando la transición en algunos aspectos. Muchas casas unifamiliares pueden autoabastecerse con placas solares y acumuladores. Pero las ciudades están hecha de pisos. Y estos dependen de los tendidos eléctricos urbanos.

Esta necesidad eléctrica, unida al posible diseño de una bomba de hidrógeno controlable, está impulsando la exploración espacial en busca de tritio y deuterio. Ambos ricas fuentes de hidrógeno. Y por eso ideales como combustible de dichas bombas. Pero la inestabilidad de este sistema y las nefastas consecuencias en caso de explosión, siguen sin convencer a nadie sobre su viabilidad.

Y al final siempre que intentamos vislumbrar un futuro tecnológico dentro y fuera de nuestro planeta terminamos en la añorada fusión nuclear.

Este proceso “inverso” de la ya empleada fisión, recoge la energía dispersada en la unión de una partícula y electrones que la elevan a un estado superior. Esta fusión exotérmica se produce a muy muy altas temperaturas, por lo que es necesario diseñar un recipiente que lo contenga y no se derrita.

En la actualidad Europa y Asía se encuentran inmersos en la investigación y desarrollo de centrales de fusión tipo tokamak. Estos reactores usan plasma caliente como sopa de partículas de forma que a la vez contiene el calor y sirven de combustible. El plasma estaría controlado por una serie de imanes superconductores que lo mantendrían estable.

El diseño a pequeña escala ha sido ya construido con buenos resultados en varios prototipos. Pero la energía obtenida no ha superado en ninguno de los casos a la empleada en encenderlos y mantenerlos controlados. Se espera que la producción energética se obtenga en los reactores que a “escala real” que se están empezando a construir en diferentes países mediante cooperaciones internacionales. Como el ITER.

Pero este sistema, que todavía está en fase experimental y no de explotación, lo único que tiene seguro es que no es viable más que a muy gran escala.

Por eso equipos de científicos e ingenieros siguen buscando nuevas formas de controlar la fusión nuclear. Ha habido algunos experimentos pequeños que aunque han sido capaces de generar energía controlada, esta ha sido escasa y poco eficientemente convertida en electricidad.

El último experimento ha sido el de la compañía HB11 anunciado hace unos meses. En dicho experimento en vez de utilizar plasma caliente como materia prima y electroimanes como contenedor, utiliza un plasma de boro encerrado en un “horno” con dos aberturas. Por una de ellas entra un rayo láser que genera un campo magnético que contiene al plasma mientras que por el otro un haz de átomos de hidrógeno acelerados penetra en el plasma fusionándose con el boro. Este tipo de fusión con un elemento metaloide de pocos electrones, solo ocupa dos capas electrónicas, no genera calor. Por eso lo han denominado fusión nuclear fría.

La obtención de energía de este nuevo experimento de fusión nuclear fría es por recolección de partículas secundarias de la reacción como las partículas alfa.

La fusión nuclear fría por tanto, es una posible vuelta de tuerca a la creación de pequeños generadores de electricidad mediante fusión. Pero para lograr este objetivo, la eficiencia del sistema de obtención de energía debe mejorar considerablemente.

Pero lo que es seguro, es que esta fusión nuclear fría parece una alternativa más manejable que los grandes tokamak.




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