Mary Keller


Mary Keller (foto de archivo)

Mary Kenneth Keller nació en 1913 en Cleveland, Ohio. Pero en realidad no podemos afirmar ni eso de su infancia ya que algunas fuentes datan su nacimiento en 1914. Lo que si que parece seguro es que Mary Keller, al inicio de los años 30, ingresó en la congregación de las Hermanas de la Caridad de la Beata Virgen María. Una institución con menos de cien años de antigüedad y de ascendencia irlandesa. Lo que si tenemos constancia es de que en 1940 realizó la profesión solemne.

La falta de datos sobre la infancia y juventud de Mary Keller es debido a que su relevancia en la historia no se ha «descubierto» hasta hace apenas unos años. Hasta el año 2013 se consideraba que Richard Wexelblat fue la primera persona en haber obtenido un doctorado en ciencias de la computación. Logro que realizó en 1965. Mientras que Barbara Liskov fue la primera mujer en firmar su tesis en 1968.

Pero estas creencias se demostraron erróneas tras la publicación de la investigación de Ralph L. London en la que demostraba que no solo Barbara no era la primera mujer en doctorarse, sino que la primera persona en doctorarse en ciencias de la computación debe dirimirse entre Mary Keller y Irvin C. Tan, que se doctoraron ambos el 7 de junio de 1965.

A partir de la publicación de este artículo, la vida de Mary Keller salió a la luz. Esta monja católica que supo compaginar los hábitos con las ciencias de una forma espléndida en un momento en el que las mujeres no eran muy comunes en estas especialidades. Prueba de ello fue que lograra su admisión en la Universidad de Dartmouth rompiendo una tradición de 188 años.

Lo que sabemos de Mary Keller es por tanto poco o nada antes de entrar en la carrera de Matemáticas en la Universidad de DePaul en Chicago. Además de dicha licenciatura, cursó una maestría en matemáticas y física en el mismo centro. Realizó algunos estudios en centros como la Universidad de Wisconsin, la de Purdue y la de Michigan, además de el Dartmouth College. Este último supuso probablemente su admisión en 1958.

En el laboratorio de ciencias computacionales (Nunday)

En Dartmouth, Mary Keller entró a formar parte del equipo de investigación en el que se desarrollo el lenguaje de programación BASIC (Beginner’s All-purpose Symbolic Instruction Code). Este lenguaje, diseñado para estudiantes no pertenecientes a las ramas de ciencias, se popularizó llegando a ser una de las principales herramientas de los años 70 y 80.

Tras este trabajo, Mary Keller se traslada a la Universidad de Wisconsin-Madison. Donde defiende su tesis se titulada Inferencia inductiva de patrones generados por computadora. Trabajos que implementó en el lenguaje de programación FORTRAN que IBM había desarrollado unos años antes y que mejoraba las capacidades de cálculo.

Con el doctorado bajo el brazo, Mary Keller se trasladó a la Universidad de Clark, Iowa. En donde fundó y dirigió por dos décadas el Departamento de Ciencias de la Informática. Durante ese tiempo colaboró con varios programas de enseñanza, cofundó la asociación ASCUE (Association Supporting Computer Users in Education) para promover la educación, y fomentó la presencia de las mujeres en las ciencias. Escribió varias obras de divulgación científica y no paró de enseñar hasta su muerte el 10 de enero de 1985.

Mary Keller, monja y científica, no solo rompió barreras. Fue capaz de ver la importancia de las ciencias de la computación y hasta predecir el desarrollo de la inteligencia artificial. Precursora en su disciplina, debe ser considerada junto a Ada Lovelace o Grace Hopper como referentes en ciencias de la computación para ambos sexos.





Para leer más:

Deja un comentario