Dentro del amplio panorama de proyectos científicos que se están investigando en la actualidad, podemos encontrar algunos centrados en el estudio de la luz y sus propiedades. Tanto desde el punto electromagnético como desde el óptico. El interés sobre la luz sigue vivo no solo por mejorar el conocimiento o las técnicas de manipulación actuales. Sino que también existe el objetivo de llegar a ser capaces de utilizar la luz como sistema de propulsión en el espacio.
Para llegar a esa posibilidad de ciencia ficción, hay que profundizar más en las Ecuaciones de Maxwell.
Un equipo internacional con participación de científicos del CSIC ha logrado separar la parte imaginaria del Tensor de Maxwell. Y ha demostrado que existe una fuerza de repulsión que ejercen los cuerpos para contrarrestar la presión que ejerce la luz incidente.
La nueva ley enunciada por Manuel Nieto-Vesperinas y Xiaohao Xu, de la Academia China de Ciencias, en la revista Light: Science & Applications define un nuevo tensor de fuerzas complejas. Dicho tensor presenta por tanto una parte real que sería la conocida Ley de Maxwell y una nueva parte imaginaria.
De esta forma la nueva ley planteada es completamente coexistente con la Física conocida, y a la vez capaz de definir nuevas y prometedoras interacciones.
Este trabajo vuelve a sacar un nuevo partido a la luz, que tanto nos ha enseñado de la Naturaleza, y tiene todo lo necesario para llegar a ser tan importante como otros estudios lumínicos precedentes. Como el Experimento de la doble rendija o el Problema del cuerpo negro.
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