Neuralink y la implantación de wearables.

Neuralink

A finales de la semana pasada, una de las compañías de Elon Musk hizo un pase de prensa. Neuralink era poco conocida hasta hace unos días, pero no por ello sus proyectos son los menos ambiciosos del los deseos de su dueño. Al contrario. Puede que viajar a Marte o a la Luna sea el sueño dorado de muchos. Pero la capacidad de reparar y/o modificar el cuerpo humano mediante bioingeniería sería quizás el mayor salto científico del hombre.

Y aunque en la actualidad las prótesis articulares han mejorado mucho, el mayor problema lo encontramos en los nervios y por supuesto en el cerebro. Pues si casi no somos capaces de entender su actividad, menos de reproducirla y mucho menos de modificarla.

Pero quizás eso esté a punto de cambiar.

En la presentación del nuevo producto de Neuralink pudimos ver como han sido capaces de evolucionar su propio producto de una forma espectacular.

Chip de Neuralink
Chip de Neuralink

Si el año pasado presentaron una especie de audífono que colocado en la oreja y con una escasa batería intentaba leer la actividad desde el exterior del cráneo. Ahora nos presentan un chip de 23×8 milímetros que se implanta de forma subcutánea en la parte superior de la cabeza. La gran novedad de este prototipo de Neuralink son los finos cables elásticos que se insertan como pelos en el cerebro y que son capaces de adaptarse al movimiento de este dentro del cráneo.

Gracias a los 1024 electrodos que se encuentran en estos pelillos, el chip es capaz de captar la actividad neuronal y de enviarla de forma inalámbrica a nuestro smartphone como si fuera un wearable cualquiera. Se cargan mediante inducción y parece que la vida media de los filamentos es bastante alta. La implantación dura entorno a una hora y no parece dejar secuelas. Tampoco la extracción del chip.

cerditos de Neuralink
Diagrama de la toma de datos del chip implantado en uno de los cerditos.

En la presentación Neuralink mostró un vídeo con la actividad de tres cerdos. Uno de ellos sin chip alguno, otro con el chip implantado, y un tercero al que se le había implantado y extraído el chip. Los científicos/ingenieros de Musk mostraron como la vida de los tres cerditos es igual de buena, y la forma de afrontar diferentes pruebas, como andar sobre una cinta magnética, es la misma. Mientras la actividad del cerdito implantado se iba mostrando en la pantalla para que todos pudieran observar, por ejemplo, el ritmo de sus pasos al caminar por la cinta en señales cerebrales.

Es cierto que todas las posibilidades de este chip casi prodigioso son eso, posibilidades. Pero en Neuralink no lo ocultan, es más, según dicen, la presentación no es para vender un producto, sino para darlo a conocer y atraer ideas e inversores que impulsen el desarrollo de esas posibilidades. Ellos ponen el hardware y la toma de datos. Ahora hay que ver que se puede hacer con esos datos.

Aun parece que tendremos que esperar un poco para llegar a la experimentación con humanos. Pero las posibilidades son muy tentadoras como para no soñar con la cura de enfermedades o con el perverso control mental. ¡Esperemos que en Neuralink opten más por lo primero que por lo segundo!



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